El Planetario de Bogotá se está transformando y, como parte de ese cambio, el domo dejará de ser un espacio estático para convertirse en un lugar flexible que además pasará de recibir 375 personas en sus eventos de ciencia, tecnología y arte, a recibir hasta 700 personas.
También dejará atrás la tradicional distribución circular de sillas y creará un escenario que posibilitará múltiples tipos de montajes. Esto se complementa con su sistema de proyección Digistar 7, dotado con dos poderosos proyectores digitales Christie Griffyn 4K32-RGB con resolución 4K, que desde el 2021 les han permitido a los visitantes viajar por el universo y ver millones de estrellas detalladamente.
Como parte de esta transformación del domo, La Hormiga, como conocen por cariño los bogotanos al proyector óptico mecánico, ya no estará en el centro, pero permanecerá en el Planetario como un símbolo de su historia. Este proyector ha estado en el domo desde que el escenario, ahora del Instituto Distrital de las Artes (Idartes) abrió sus puertas a la ciudadanía el 22 de diciembre de 1969. Veb Carl Zeiss, empresa de la entonces República Democrática Alemana, a través de la Federación Nacional de Cafeteros, hizo llegar a cambio de sacos de café el proyector Mark VI, que exhibe 8.900 estrellas, el Sol, los planetas, la Vía Láctea, cometas, estrellas fugaces, eclipses y otros.